Por Lucía Ugarte.

Frecuentemente oímos hablar de la autoestima y del autoconcepto como si fueran términos sinónimos. Los utilizamos coloquialmente de la misma forma y aunque están relacionados, no son equivalentes.
AUTOCONCEPTO | AUTOESTIMA |
Se forma con la información que recibimos de los demás en relación a nuestra persona. Se define como el conjunto de percepciones físicas, intelectuales, sociales, académica y emocionales que conforman la imagen que una persona mantiene sobre sí misma a partir de factores cognitivos y de la interacción social. | Es el resultado de la combinación de información objetiva y nuestra propia evaluación sobre nuestra persona. La autoestima es el componente emocional vinculado al autoconcepto. Es una valoración subjetiva que hacemos de nostrxs mismxs. |
Tanto la autoestima como el autoconcepto NO son innatos.
Son conceptos que se construyen como resultado de la historia personal de cada unx: nuestras vivencias, el entorno, relaciones sociales…) Por lo tanto:
LA AUTOESTIMA PUEDE SER EDUCADA Y REFORZADA, SE PUEDE EJERCITAR Y DESARROLLAR.

¿Cómo puedo TRABAJAR mi AUTOESTIMA?
Podemos observar que las personas con autoestima baja, se evalúan de forma distorsionada, dando mucha importancia a sus limitaciones y muy poca consideración a sus cualidades.
Para poder elevar su autoestima, debemos centrarnos en romper esa imagen distorsionada y trabajar para que esa autoevaluación sea más ajustada y precisa (cómo es realmente)
Una forma de mejorar nuestra autoestima es trabajar en cambiar las partes de nosotrxs mismxs con las que no estamos satisfechxs y que están en nuestra mano.
Para trabajar en ello podemos empezar a:
PLANTEARNOS UNA META CLARA Y CONCRETA: tenemos que identificar una meta clara, realista , divisible en logros pequeños y PERSONAL (no elaborarla en base a lo que los demás quieren de mi)
ORDENAR NUESTRO TRABAJO: debemos ordenar estos pequeños logros por orden temporal o por la dificultad que nos suponga tanto llevarlos a cabo como finalizarlos.
PLAN DE ACCIÓN Y EVALUACIÓN DEL PROGRESO: tomar conciencia de nuestras metas y actuar en consecuencia nos ayudará a ponerlo en marcha, además, ir evaluando nuestros logros, por muy pequeños que sean, nos reforzará en la consecución de nuestro objetivo inicial.
MENSAJES POSITIVOS: reconocer nuestros propios logros, nuestro esfuerzo y trabajo nos motiva a estar más segurxs de nuestras capacidades. Reconocer los esfuerzos que hacemos más que el resultado en sí.
CAMBIAR EL LENGUAJE: lo que nos decimos a nostrxs mismxs importa. ¿Cuántos mensajes negativos nos lanzamos cada día? Debemos trabajar en convertir nuestras críticas y quejas en sugerencias y peticiones. Trabajar los “debería” por “me gustaría”, en definitiva: trabajar por no ser tan autocríticos con nosotrxs mismxs.
REBAJAR NUESTRA EXIGENCIA: apoyarnos en nuestros puntos fuertes nos ayudará a focalizarnos en aspectos concretos sin perdernos por el camino en intentar abarcarlo todo.

PEDIR AYUDA: no debemos saber hacer de todo, cada persona tiene capacidades y cualidades diferentes y en equipo todo se trabaja mejor. Aceptar nuestras debilidades y limitaciones también es importante.
EXPRESAR NUESTRO AFECTO, AGRADO Y AMOR TANTO POR OTRAS PERSONAS, COMO HACIA NOSOTRXS MISMXS.
ACEPTAR Y HACER CUMPLIDOS: dar las gracias por los cumplidos recibidos y practicarlo nos ayudará a sentirnos ,más cómodxs en el futuro ante una situación similar. ¡No te menosprecies!
EXPRESAR NUESTRA OPINIÓN PERSONAL INCLUYENDO EL DESACUERDO, SABER DECIR NO: La incapacidad de no decir lo que sentimos, nos hace sentir inferiores. La asertividad se convierte en nuestra amiga para afrontar situaciones delicadas o incómodas, ¡practícala!
EXPRESAR NUESTRO ENFADO CUANDO PROCEDA DE FORMA CONSTRUCTIVA Y SALUDABLE: intenta expresarte de manera objetiva y describiendo como te afecta a ti o cómo te hace sentir.
AFRONTAR LAS CRÍTICAS Y VISUALIZARLAS COMO UNA FORMA DE APRENDIZAJE: debemos visualizarlas como algo útil que nos ayudará en nuestro proceso de cambio a mejor.

El objetivo de una autoestima “sana”, no es que sea todo positivo y maravilloso, sino que podamos hacer una valoración objetiva y positiva de nosotrxs mismxs, aceptando aspectos menos apetecibles o nuestras propias limitaciones sin tener miedo a las consecuencias negativas del exterior o a la opinión de los demás.
Para terminar os propongo hacer el siguiente ejercicio:
1- ¿Qué cualidades valoras en las personas?
2- ¿Qué es para ti importante?
3- ¿Cuáles son tus talentos y habilidades?
4- ¿Qué cosas te gustan de ti mismx?
Trabaja cada día para mejorar el “self love”

¿Tú cómo lo trabajas?
Lucía Ugarte. Psicóloga sanitaria.