Premios y castigos con la comida

Hoy quiero hablarte de los premios y castigos relacionados con la comida, ya que es algo muy habitual del día a día que tiene una importancia bestial en nuestros hábitos y relaciones con los alimentos y sobre todo en nuestra forma de educar.

Alimentos y emociones

Te has parado a pensar alguna vez ¿de qué manera asociamos diferentes emociones y sentimientos con la comida?

Tómate tu tiempo y piénsalo. Es un tema con mucha miga.

Las emociones positivas se asocian a comida procesada

Grasas trans, grasas saturadas, productos azucarados, edulcorados, muy palatables… en definitiva todos esos productos nada sanos que ponen en marcha nuestros circuitos de recompensa y que nos piden más y más cantidad.

¡Cuando los vemos los queremos y los queremos ya! ¡Y por lo general no nos vale una sola chuche o una sola galleta… necesitamos más!

Alimentos procesados como premio y en relación a emociones positivas
Mujeres comiendo bollos

Las emociones negativas se asocian a alimentos saludables

Paradójicamente son los productos saludables los que nos garantizan una buena salud mientras que los procesados nos la restan.

¿No debería ser al revés? ¿Emociones positivas relacionadas con productos sanos y negativas con los procesados?

Debería sí. Pero la realidad no es así.

castigos y emociones negativas con la comida saludable
Fruta y emociones negativas

La publicidad alimentaria asocia comida con emociones

Nos venden “desayunos divertidos” (parece que te partes de risa si consumes unas galletas y lloras de pena si consumes cualquier otra cosa),

Igualmente, si no le das al niño Actimel eres mala madre o mal padre porque prácticamente lo estas exponiendo a que enferme.

Sin Donetes tu hij@ estará solito y desamparado, pero con ellos le van a sobrar los amigos (¡pues vaya amigos!).

Sin Sunny el verano es menos verano… etc.

Estos son los mensajes que recibimos a diario de los medios de comunicación.

Así, las merendolas, fiestas, cumpleaños entre amigos se hacen con Kas, Sunny, Cocacola, Nutella… La publicidad se encarga de hacernos ver lo felices que son y que en un día como ese no se les puede negar.

comer un helado procesado se relaciona con un momento agradable como premio
Niñ@s comiendo helado

No voy a entrar de nuevo en el tema de las merendolas y fiestas infantiles, porque tienes las ideas de cómo hacer que sean más saludables en este otro post.

Pero, ¿se supone que al agua es triste y la Coca-Cola no?

Asimismo, ¿qué niño no quiere hacerse unos polos con los cachivaches que traen los envases grandes de cola cao?

La publicidad alimentaria vende experiencias que quieres vivir

Puedes verlo en este ejemplo de campaña de Colacola, que te hace ver que tomando este refresco, te quieren cada día más, puedes encontrar una pareja…

  • La pizza y las Burguers son para comer en familia y pasar un rato agradable juntos.

Se puede hacer familia y disfrutar saliendo a dar un paseo, leyendo, jugando al parchís… y si lo queremos relacionar con la comida podemos pasar un rato agradable preparando entre todos el plato que más nos guste, compartiendo después mesa juntos con lo que hemos preparado (haciendo helados caseros, unos macarrones, paella, tortilla de patatas, croquetas, donuts saludables…)

la pizza en familia es un ejemplo de premios con la comida
Familia comiendo pizza
  • ¿Cómo se celebran los cumples o los aniversarios?

Comiendo de más y no demasiado saludable. ¿Qué necesidad tenemos de comer hasta reventar? ¿Es que acaso comemos de menos normalmente? ¿Pasamos hambre? ¿Una celebración es menos celebración si comemos algo saludable y en su medida?

Cómo romper con los premios y castigos con la comida

Deberíamos buscar alternativas a estos premios y castigos con la comida. Buscar no relacionar las emociones con la comida.

Despositivizar la comida basura y desnegativizar las frutas, verduras y alimentos saludables.

Deberíamos olvidarnos del…

  • Si te portas bien te compro un helado

¿Y si en vez de eso te compro unos cromos? O te compro el helado pero no porque te hayas portado ni bien ni mal, te lo compro de la misma manera que te compro unos pistachos o un plátano y no lo relaciono con ningún tipo de conducta.

  • Si no lloras te compro unas chuches

Lo primero: si llora no explota, ¿no? Pero bueno ¿y si en vez de eso le lees un libro esa noche?

  • Pues como te has portado mal ahora para cenar hago verdura

¡Menudo mensaje! ¡estamos asociando la verdura con algo negativo, algo malo! Y luego queremos que se lo coma cuando lo ponemos y le parezca bien. ¡Pero si ayer fue un castigo!

  • Pues como te has portado mal no hay chuches y te comes el plátano

¿Y que tiene de malo el plátano? En este caso hago que el niño vea que el plátano es por haberse portado mal, asociamos la fruta con un sentimiento negativo.

  • Si te portas bien hay pizza y si no garbanzos

Más de lo mismo

cambia los mensajes para que la comida no sea premio ni castigo
Es hora de cambiar los mensajes

No hace falta que me extienda mucho más porque sé que lo has pillado…

Dificultades para gestionar el hambre emocional

Como puedes ver, continuamente relacionamos emociones con comida y la forma en que lo hacemos, además de no ser acertada, se ha convertido en algo que es tan habitual, que ni tan siquiera nos llama la atención.

Si quieres más información sobre los mensajes que pueden ser igual de dañinos en la infancia, te invito a leer este otro post.

Todo esto se traduce en malas relaciones con la comida desde pequeños que se van agravando con el tiempo, incluso pudiendo a sufrir un TCA.

El estrés del trabajo, los estudios, los disgustos, los malos momentos… nos llevan a recompensarnos con este tipo de productos que hemos relacionado con cosas positivas para intentar sentirnos mejor.

Spoiler: no funciona. No te ayuda y además, perjudica tu salud.

Porque realmente cuando comemos, lo hacemos por hambre física o ¿es hambre emocional?

Si ves que no tienes una relación saludable con la comida o ves ciertas conductas poco adecuadas en tus hij@s, te podemos ayudar.