Hoy vengo a hablarte sobre la dieta parchís.
¿Qué es la dieta parchís?
La empiezas con unas ganas locas, aunque no por salud (que es lo de menos), sino por cosas realmente importantes como ponerte ese vaquero, lucir cuerpito en la playa (nótese la ironía… ¿hace falta decirlo?).
Resulta que desde que te la planteas hasta que la empiezas necesitas tiempo porque… ¡ya sabes lo que tienes que hacer!
Sabes lo que tienes que hacer, pero necesitas estar centrad@. O sea; sacar ese 5 que a veces no sale.

En busca de motivación para seguir la dieta…
Esto del 5 (o sea, de la motivación) ¡es azar! A veces las cosas no salen como esperabas y te cuesta arrancar.
Si saber… ¡ya sabes! Si querer, ¡quieres! pero no puedes: que si comida familiar, que si has “tenido” que beberte unos vinos y de paso comerte uno pinchos… Tú no querías pero…
La cosa es que un día por fin sacas el 5 y arrancas … y parece que le vas pillando el tranquillo y vas avanzando pero los astros se alían en tu contra y un día no te da tiempo de hacer la compra y “tienes” que comerte una pizza tarradellas, otro día resulta que alguien lleva pastas a la oficina y “tienes” que comerte 6 o 7… y mira total ya… cenas un bocata de chorizo.
Otro día estás premenstrual y no dejas de pensar en cosas que no deberías comer y claro, de tanto pensar en ello… no te lo quitas de la cabeza.
Resulta que los acontecimientos te la juegan y… ¡a casa! Pues nada… me daré un homenaje hasta que vuelva a reunir fuerzas, saque un 5 y vuelva a la partida (o sea, a la dieta) de nuevo.
No consigo hacer dieta…
A veces la cosa va bien, corres cual gamo por el tablero y no hay nada que te mande a casa (ejercicio, verduritas, nada de alcohol ni dulces…), pero de repente te atascas: barrera y ya no avanzas… estás en punto muerto.

Vamos a dejar el símil del parchís que no tiene puñetera gracia (no soy yo de chistes y… eso se nota).
A vueltas con los distintos tipos de dietas
La cuestión es que antes de escribir este post pregunté por Instagram sobre qué os gustaría que escribiese y me llevé un gran disgusto.
Nadie preocupado por cómo comer más despacio, por cómo mejorar la relación con la comida, por la enfermedad celíaca, el intestino irritable, la endometriosis, el lipedema o… ¡Qué se yo! ¡la diabetes!.
Unos me pedían que hablara sobre las bondades (nadie quiere que hable de las maldades, sólo bondades) de la dieta alcalina (meto cuñita aquí para deciros que es una patraña de dieta), la dieta cetogénica, el ayuno intermitente, la dieta low-carb, la dieta paleo, la alimentación macrobiótica…
Siento decirte que son una estrategia más.
Se pueden usar de vez en cuando en situaciones concretas pero no son la panacea.
Y, por supuesto, mejor bajo supervisión de tu nutricionista (puedes pedir cita desde aquí). En este post te contamos las funciones de un/a nutricionista por si no las tienes claras.

Qué pasa cuando te pones a dieta (como la dieta parchís)
Me entristece porque ante promesas de resultados rápidos estamos dispuestos a hacer cambios bruscos, grandes sacrificios estresores para el cuerpo (y la mente) y a veces traumáticos.
Pretendemos cambiar radicalmente hábitos o situaciones que hemos ido adquiriendo poco a poco.
Cueste lo que cueste, aunque muchas veces este precio sea la salud (física y mental) y un mal aprendizaje (también físico y mental).
Porque lo que entiendes por hacer dieta no es “inocuo” amiguis. Te contamos otra manera mucho más saludable de hacerlo en este post.
Un estrés puntual en un momento determinado te puede salvar la vida (frenar en seco cuando sale un balón a la carretera, correr si te persigue un tiranosaurus rex…).
Pero un estrés sostenido, mantenido en el tiempo… te la resta. Y estar sometido a dietas es estresante (para el cuerpo y la mente).

Como empezar a hacer deporte después de mucho tiempo
Se sincer@. Si te digo que quiero correr la Behobia-Donosti y que me creo capaz porque he salido a correr 3 días: ¿Me verías capaz de correrla? ¿Crees que llegaría a meta (20km)?
Y…cuántas veces habrás dicho o escuchado: “voy a empezar a hacer deporte”, comienzas haciendo mucho más de lo que tu cuerpo aguanta (no en ese momento, ese día tu cuerpo lo aguanta todo, pero al día siguiente estás tan reventad@ que descansas y pierdes comba y… te ha durado la fiebre deportiva 3 días).

Tú en tu cabeza te imaginabas así, como en la foto, pero la realidad te golpea… es otra.
Cuando ponemos este ejemplo todos vemos claro que lo ideal es ir de menos a más… ir ganando resistencia y fuerza e ir avanzando poco a poco.
Entendemos que, si sufrimos, no mantendremos ese hábito en el tiempo, ¡¡el cuerpo no lo aguanta!!
Por qué las dietas restrictivas como la dieta parchís no funcionan
Pues déjame decirte una cosa: ¡¡Tu cabeza tampoco aguanta las dietas restrictivas mantenidas!!)
En cambio, si lo gozamos, si lo disfrutamos, será mas fácil que lo incorporemos a nuestra rutina diaria.
Pero claro… preferimos píldoras mágicas y pastillitas rápidas que no nos supongan ningún esfuerzo ni pensar demasiado (aunque realmente el esfuerzo sea bestial, y nuestro cuerpo “aprenda” a vivir con menos y te predisponga a cagarla.

Además, lo que aprendes cada vez que haces dieta es que la cagas, que no lo consigues. Y que el problema es tuyo, eres tú el problema: realmente frustrante.
Tu mente te prepara para la próxima vez que lo intentes. Sabes (en lo mas recóndito de ti) antes de que empieces, que en algún momento… “la vas a cagar” (perdón por la expresión).
Que te ha pasado mil veces en las mil y una dietas que has comenzado. LO HAS APRENDIDO.
Cuando empiezo esto en algún momento me descontrolo (porque igual que el cuerpo, la mente también se cansa, está exhausta).
Y…la restricción te lleva al atracón.
Mis palabras favoritas anti dieta parchís
Depende – Individualización – Flexibilidad

No hay una dieta mágica ni buena y… no hay alimentos buenos o malos.
Todo DEPENDE de ti. INDIVIDUALIZAR es la clave de los DEPENDE.
De tus necesidades no sólo físicas, sino también mentales.
DEPENDE de tu entorno, DEPENDE de tus costumbres, DEPENDE de tu estado de salud, DEPENDE de los mensajes que llevas años recibiendo y tienes grabados a fuego en la mente…
Y porque DEPENDE, el chocolate no es malo, ni los bizcochos, ni la pizza tarradellas o el bocata de chorizo… incluso puede que sean buenos para ti.
Incluso puede que debas consumirlos y FLEXIBILIZAR para estar mejor y avanzar. Porque comer demasiado saludable también puede llevarte a enfermar, como te contamos en este post.
Deja de preocuparte por una forma de alimentarte o si este u otro alimento te conviene y olvídate de hacer dieta como te contamos en este post.
Comer, es más que un mero acto para nutrirte. Comer es un placer. Muchas veces es un momento social…
¿Aprendiste a andar en bici o a conducir en un día? ¡No! Te llevó un tiempo. Pues dale tiempo a tu cambio de alimentación y hábitos.
¿No es hora ya de dedicarte el tiempo que necesites a aprender, a respetar tu cuerpo y mente y darles a ambos lo que necesitan?
Espero haberte hecho reflexionar y escojas lo que realmente necesitas.
Yo también he hecho mil dietas. Soy Eli Gallego. Soy Dietista nutricionista, Técnico Superior en dietética y Técnico superior en laboratorio de diagnostico clínico y también madre, hija, pareja, amiga… humana.
Aunque mi campo sean las patologías (sobre todo intestinales, autoinmunes…) he abierto el centro Elikaeskola para que entre todos, cada uno con nuestras virtudes y especialidades, podamos ayudarte.
Eli.