Frases que debemos evitar decir

El verano puede ser época de reencuentros y por eso hoy voy hablar sobre las frases que debemos evitar cuando vemos a una persona que hacía mucho tiempo que no la veíamos. Lo más probable es que no seamos conscientes del daño que podemos hacer con algunas frases, y justamente por esa razón creo conveniente hablar sobre este tema. 

Pueblo, punto de encuentro habitual para muchas personas

Frases habituales en los reencuentros 

Seguro que te suenas estas frases, bien por que las has utilizado tu en alguna ocasión, o bien porque te ha tocado escuchar alguna vez. 

  • ¿Qué te ha pasado? ¡Cómo has engordado! Damos por hecho que le ha pasado algo malo, y no tiene por qué. 
  • ¡Madre mía! ¿Cómo has adelgazado tanto? ¡Estás guapísim@! Un ejemplo de la relación que hacemos entre la delgadez y estar guapa. Pero igual ha adelgazado porque ha estado enferma. Una vez más, no sabemos nada de esa persona.
  • Deberías adelgazar, te lo digo por tu salud Antes de pronunciar esta frase, se debería conocer la salud de la persona, no dar por hecho que por el simple hecho de estar gorda tiene peor salud que otr@s.
  • Tu hermana sigue igual pero tú mírate… No podemos hacer comparaciones entre personas, cada una tiene su realidad y sus circunstancias
  • ¡Con lo guapa que eres de cara! ¿Acaso una persona gorda no puede ser guap@?

En este otro post os hablamos de cómo prevenir la insatisfacción corporal, y para ello qué mensajes debemos evitar.

Evita comentar, juzgar a cualquier persona/cuerpo 

Lo primero que debes saber, es que no podemos opinar sobre el cuerpo de ninguna persona. Por mucho que el comentario que hagamos nos parezca el más bonito del mundo, puede que no conozcas la realidad de esa persona, y puede que en vez de hacer bien, consigas todo lo contrario. 

Normalmente los comentarios positivos son aquellos relacionados con la delgadez. Pero, ¿y si esa persona tiene alguna enfermedad? ¿O si sufre de algún trastorno de la conducta alimentaría? ¿Qué crees que vas a conseguir con ese cometario? ¿Nada bueno verdad? 

Lo mismo ocurriría en los comentarios negativos que hacemos a cerca de los cuerpos no normativos.  Bastante presión social hay como para que además nosotros, el entorno más cercano, echemos más leña al asunto. 

Por eso, antes de decir nada a cerca del aspecto físico de una persona, frena, piensa, y mejor si no dices nada. 

Puedes probar a preguntar simplemente: ¿Qué tal estas? 

Si ha pasado mucho tiempo desde que no vemos a una persona y notamos alguna diferencia en su aspecto físico, en vez de enfocar nuestras palabras en ese cambio físico que hemos notado, podemos simplemente preguntarle qué tal está.  

Será la persona que tengas delante quien decida si quiere contarte sus vivencias o no. Si la persona decide hablar contigo, simplemente escucha lo que te dice. No hay que hacer nada más. 

Si en ese primer encuentro has notado algún cambio en la persona, estas preocupad@, pero no te dice nada. O sí que has hablado con la persona, pero estás preocupad@ por lo que te haya contado, habla de nuevo con esa persona.

Muchas veces nos complicamos la vida, le damos mil vueltas a la cabeza, pero lo cierto es que en la mayoría de las veces es tan “fácil” como hablar con esa persona y escuchar. Nada más. 

Es cierto que es mejor darle mil vueltas a las cosas que soltar alguna perla de las que hemos mencionado, pero a veces, por no atrevernos a decir nada, la situación de esa persona puede empeorar mucho (en el caso de que sea algo negativo claro). 

En resumen: Si no sabes la realidad de la persona, no opines ni juzgues. Y si estás preocupada simplemente házselo saber tu preocupación