Estrategias terapéuticas en el manejo de los trastornos digestivos. Si me “paso” un día, ¿LO ECHO TODO A PERDER?

Por Eli Gallego (@elidietista. Nutricionista y Directora de @elikaeskola)

Photo by Charles Deluvio on Unsplash

Es habitual que cuando venís a consulta aquejadas de molestias o enfermedades gastrointestinales (gases, hinchazón, estreñimiento, diarrea, ardor, Helicobacter Pylori, SIBO, gastritis, colitis ulcerosa, enfermedad de crohn…) os propongamos estrategias nutricionales especificas que requieran la retirada de algunos alimentos. En ocasiones son alimentos de consumo habitual muy utilizados en nuestra gastronomía y esto supone un gran inconveniente.

Photo by Sydney Sims on Unsplash

Cuando nos sentamos a evaluar vuestro caso, tened en cuenta que analizamos TODO: el tipo de alimentación que lleváis en la actualidad, como os habéis alimentado durante vuestra vida, si trabajas y en que trabajas, cuantas horas, nivel de estrés familiares a vuestro cargo, hijos, actividad física diaria…etc.

Pese a que se hayan hecho un sinfín de estudios sobre cuál es la estrategia alimentaria más adecuada para esta patología o situación, o para esta otra, debemos tener en cuenta muchas más cosas porque no somos todos iguales. No es tan sencillo como coger esas recomendaciones y elaboraros con ellas unas pautas y a correr.

No, somos seres complejos y debemos tener muchas cosas en cuenta. Tened claro que casi con total seguridad lo que os propongamos será una estrategia caduca y flexible que habra que ir modificando… vamos, que puede que lo que ahora mismo sea lo mejor para ti, no lo sea dentro de unos meses.

Es más, me voy a mojar y os diré que en ocasiones no nos queda más remedio que hacer “ensayo-error” es decir que no siempre tenemos “herramientas” para actuar, o un diagnóstico claro y se trata de ir probando para ver como reaccionas ante este u otro micronutriente contenido en estos u otros alimentos para poder dar con el tratamiento nutricional que mejor te funciona.

Digamos que cuando venís a consulta es como si vinierais preparadas y dispuestas para hacer un viaje en coche. Lo primero que debemos hacer es sentarnos en el asiento del piloto, meter la llave en el contacto y arrancarlo.

En ocasiones contadas (que seria lo ideal), venís con un buen diagnostico (traéis destino objetivo) y sabéis lo que os ocurre (conocéis el camino, tenemos plan de viaje). En estas situaciones es mucho más facil porque sabemos exactamente dónde queremos llegar y cual es el camino.

Pero la realidad es que la mayoría de las veces no hay un diagnóstico claro y esto requiere que comencemos a andar (para lo que te propondremos una estrategia nutricional) y en función de como te sientas y las pruebas que vayamos obteniendo, tendremos más claro el camino a tomar, veremos la carretera que queremos seguir… y ¡oye! si coges la carretera de la derecha y resulta que después te quieres ir hacia la de la izquierda no es problema: TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A ROMA.

En cualquier caso, como veis, una vez evaluamos vuestra forma de alimentaros os proponemos cambios más o menos traumáticos (en función de la necesidad…) y todo ello, supone en cierto modo un estrés. Y a esto quería yo llegar.

Foto: Canva

Por lo general el estrés es uno de los culpables de que os encontréis en la situación por la que habéis acudido a nosotras… ¿Realmente os ayudará una estrategia nutricional si estamos añadiendo más estrés? la respuesta es: NO. NUNCA. En cualquier caso una vez más creo que habría que responder con un DEPENDE (os remito a este post… por si aún no lo habéis leído.

DEPENDE porque en ocasiones nos alimentamos tan tan bien, que o cambiamos algunas cosas o no veremos ninguna mejora… en el caso de que haya mucho por mejorar hay mucho más margen.

DEPENDE tambien porque puede que no te queden más narices: o cambias las cosas o no mejorarás nada. Si hablamos de cosas muy limitantes como cuando se sufre de dolor, o hay por ejemplo urgencia fecal (o voy al vater o me cago encima), vemos claro que por muy estresante que sea ese cambio, es super necesario llevarlo a cabo ya que estas situaciones nos afectan a nuestra calidad de vida diaria y limitan no solo nuestras relaciones sociales sino que muchas veces tambien las laborales… etc.

En estas situaciones para ver algo de mejora será necesario restringir los alimentos que les pueden estar perjudicando (aún más si son de consumo habitual, por muy estresante que sea este cambio), ir a terapia para que les ayude con la gestión emocional (y de paso les será de gran ayuda precisamente para sobrellevar los cambios y la restricción alimentaria propuesta y necesaria).

Será necesario también en el caso de una celiaquía, por ejemplo. No hablo de una supuesta celiaquía sino de una celiaquía ya diagnosticada. En este caso la cosa no será ir reduciendo poco a poco o… comer menos gluten sino retirarlo inmediatamente. En ocasiones las “descubrimos” así, por arte de magia a una edad en la que… no os viene bien ser celíacas: Mira Eli, que yo ya a mi edad, no estoy dispuesta a cambiar el pan, la cañita… que tengo ya 30 años, ¡¡o 40 o 70!! ¿Cómo voy a ser celiaca? pues… queridas amigas y amigos: ES LO PRIMERO QUE DEBEMOS DESCARTAR EN PATOLOGIA INTESTINAL…tengas diarrea o estreñimiento, tengas 7 años o 70… y salen más resultados positivos de los que imagináis.

Foto: Canva

De los por-qués de esto, de cómo es posible que esto suceda, de los tipos de celiaquía y de todo lo que os podáis imaginar y más sobre este tema no os voy a contar nada más porque para eso tenéis la pagina de Dany https://www.singlutenismo.com que es oro puro al igual que su libro (para mi imprescindible: Manual ilustrado del singlutenista)

En otras situaciones más comunes y menos graves, la velocidad de la transición, la velocidad con la que recorres el camino hacia la estrategia nutricional que te puede beneficiar, dependerá de la gravedad de la enfermedad/molestia (en una enfermedad inflamatoria en brote… tendremos que ir más bien a toda prisa!!) pero que sea un cambio más o menos traumático dependerá de cómo te alimentes en ese momento, de tus posibilidades en el día a día, de tu tipo de trabajo, del tiempo libre, de si tienes ayuda o no, de si cocinas tu o te cocinan, de si te gustan más o menos alimentos, de si sabes cocinar o no, de tus recursos económicos, de tu gestión emocional (siempre SIEMPRE, acudir a terapia garantizará un mejor resultado).

Ya he comentado que las estrategias dirigidas a mejorar un trastorno funcional digestivo, son específicas y caducas. ¿Y por qué caducas? porque muchas veces están lejos de la alimentacion que conocemos como saludable y equilibrada. Puede que “comer peor” “comer menos sano” ayude en algunas situaciones. SI, has leído exactamente eso y no, NO ES APOLOGÍA a que comas peor… pero es una realidad. Ya entraremos a matizar estas cositas… en algún post posterior. Pero me gustaría matizar que no siempre son ineslásticas… a veces pueden ser más flexibles.

Tengamos o no clara cual es la estrategia que más te conviene, salirte de la cuadricula, del camino marcado, puede suponer avanzar más o menos en esa mejora a nivel de sintomatología en función de como te encuentres y de tu estatus intestinal. Pero no olvides, que el estrés y la ansiedad no solo son detonantes sino que son agravantes de estos trastornos.

Foto: Canva

Volviendo al título del post: si me paso un día ¿lo echo todo a perder?: Para empezar, lo ideal es haber llegado a donde te encuentres de forma paulatina (exceptuando los casos que hemos comentado), es decir que no debes de pasarlas canutas para poder realizar la estrategia sino que te iremos dando herramientas para ir llegando poco a poco a donde estas (poco a poco… no corras que igual te estampas contra un muro).

Recuerda que la restricción muchas veces nos lleva al atracón. Cuando lo hacemos de este modo, la necesidad de “pasarte un dia” realmente suele ser menor ya que has llegado a donde estás casi sin darte cuenta y has sustituido algunas cosas que te perjudicaban (y que te gustaban) por otras que no te perjudican y que ¡oye! ¡que tambien te gustan llegado un momento!

De todas formas…. si eso ocurre, si un día “te pasas”, te sales del redil NO SE CUANTO TE VA A PERJUDICAR O SI REALMENTE LO VA A HACER. No lo sabe nadie… así que permítete DISFRUTARLO, de lo contrario no tiene sentido.

Si ese “salirte de la pauta” te aporta descanso a nivel mental, si lo disfrutas… muy muy mal tienes que sentirte físicamente los días posteriores para que no te haya compensado física y mentalmente. ¿no te parece?

El acompañamiento nutricional, puede ser la base de la mejora pero estamos hablando de un tratamiento complementario, hay muchas más cosas que debemos cuidar y aunque lo ideal es que intentes cumplir la estrategia… siendo realistas, a veces el estrés y la ansiedad que nos supone no poder comer de esto o no beber de aquello es casi peor que el efecto que el propio alimento o bebida pueda causar.

El avanzar y de repente sentirte estancado, el pasito atrás… son normales. Así que no tengas prisa. Entiendo que tengas unas tremendas ganas de sentirte mejor… ¡normal! a nadie le gusta estar mal o tener molestias pero es uno de los mejores consejos que te podemos dar: NO TENGAS PRISA. FRENA.

Foto: Canva

Es muy fácil decirte lo que tienes que comer o no comer según tu patología, solo hay que estar actualizado, leer y formarse. Lo difícil es entender que NO ES TAN FACIL, y que no todos tenemos la misma fuerza de voluntad, costumbres, ganas… no todos vivimos la misma situación y en esto… en esto creo que fallamos muchos de los nutricionistas. POR SUPUESTO NO ESTARÁ TODO EN NUESTRAS MANOS… pero tampoco SOLO en las vuestras…

Al igual que veo claro desde el inicio, que muchos de los tratamientos nutricionales por “claros que estén” no van a funcionar sin psicoterapia (que suele ser el motivo principal por el que este tipo de tratamientos no funciona o se abandona), las nutricionistas deberíamos hacer tambien un ejercicio para cuales son vuestras verdaderas necesidades, qué os mueve, que tipo de vida social tenéis, cómo os puede afectar socialmente la estrategia nutricional propuesta, etc y… si por el motivo que sea la estrategia nutricional fracasa y no llegáis a meta, es importante aprender de nuestros fallos, de los vuestros, analizar por qué no os hemos podido ayudar y pensar si cambiando algo, hubiéramos podido conseguir un mejor resultado.

Y… ni que decir tiene que ya sabéis que lo ideal es, que si parecéis un trastorno digestivo, acudáis a una nutricionista especializada para que os haga una estrategia nutricional adecúe a vuestras necesidades.

Y ya que estamos, os animo a dejarnos reseñas en google después del tratamiento (sea o no exitoso, siempre desde el respeto, claro) para que tu experiencia no solo ayude a otras personas que pueden estar pasando por lo mismo y no se deciden a coger cita, sino para ayudarnos a nosotras tambien a mejorar para poder ofreceros lo mejor.

Desde mi rinconcito de paz veraniega: os deseo lo mejor y que sigáis disfrutando del verano. Yo, prometo volver pronto con las pilas cargadas y las mismas ganas de ayudar de siempre.

GRACIAS A TODAS POR SER PARTE DE ELIKAESKOLA Y AYUDARNOS A CRECER.

Eli Gallego