Dietas van, dietas vienen

Por Iñaki Etxeberria (@nutretxe)

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La modificación dietética es uno de los métodos a los que la gente recurre con el fin de lograr una pérdida de grasa. Creemos que una patología tiene como origen un determinado modo de alimentación. Sin embargo, la causa primaria (el detonante) de un sobrepeso u obesidad, por ejemplo, va más allá de lo que nos llevamos a la boca. Es el detonante el que debe tratarse, ya sea psicológico, de descanso, de estrés, alguna patología concreta, etc.

Tendemos a pensar que, modificando nuestra alimentación, vamos a solucionar todos los problemas físicos. Lo siento, pero si esto fuera así de sencillo, creo que la salud de la población sería bastante mejor.

¿Alguna vez habéis oído a vuestros abuelos y abuelas hablar de las “dietas” que hacían cuando eran jóvenes? Bastante tenían con comer lo poco que tenían, como para preocuparse por el qué y el cuánto.

La dietética, es una disciplina reciente fruto de una sobrealimentación y amplia disponibilidad alimentaria; y de riqueza, sin duda. Como he dicho previamente, nadie en escasez alimentaria se preocupa de lo que come, come lo que hay y se mantiene vivo. Es decir, comen para vivir.

Hoy en día, estamos bombardeados con información. Publicidad, tiendas, bares, restaurantes, opiniones, redes sociales, … Todo esto nos lleva al consumo excesivo de productos alimentarios. No nos alimentamos con lo que crece sobre verde, por desgracia, más bien lo hacemos con lo que crece bajo un techo metálico. De hecho, son los productos ultra procesados los que inundan los pasillos y estanterías de las tiendas.

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Ahora que con el nuevo sistema de etiquetado frontal denominado NUTRI-SCORE, el etiquetado vuelve a estar en boca de todos, ¿os habéis planteado que cada vez es mayor la información que se da sobre los productos alimentarios? ¿Creéis que el problema de desinformación es el etiquetado, o el producto en sí? Dudo que se tuviera que informar tanto sobre el tomate del vecino, del queso del pirineo o de los huevos de Mirentxu (por poner un ejemplo).

Dicho lo cual, las “dietas” son algo actual, fruto de la sobrealimentación y de la riqueza.

No son pocas, contamos en el repertorio dietético con la patriótica dieta mediterránea, la siempre (o quizá no tanto) respetuosa dieta vegetariana o vegana, las proteínicas como la Ducan o Atkins, el ayuno intermitente de media Europa y religiosos, la cetogénica de los más modernos, la dieta paleo de los que viven aun en cuevas, la dieta macrobiótica de los más puritanos o incluso rozando la locura y obsesión, la dieta del grupo sanguíneo o la dieta alcalina ,… Podría escribir un libro sobre cada una de ellas…

Pues bien, varias de las mencionadas NO SIRVEN PARA NADA. Y por no tener ¡No tienen ni base científica!

Centrándonos en las más habituales y con sólida base científica, nos topamos con (y ahora sin bromas) LA DIETA MEDITERRÁNEA, EL AYUNO INTERMITENTE, LA CIETA CETOGÉNICA, LA DIETA PÁLEO y LA DIETA VEGETARIANA. No voy a mencionar más, a pesar de que haya otro tipo de intervenciones dietéticas interesantes en ciertas patologías. Mencionarlas, significaría daros motivos para hablar de ellas y ponerlas de moda. Sin embargo, creo que tanto esas que omito como las mencionadas previamente, deben ser GUIADAS Y SUPERVISADAS por profesionales cualificados y experimentados.

Llegados a este punto, creo que ha llegado la hora de daros información veraz, aunque a alguien le duela:

EXCEPTUANDO CASOS ESPECÍFICOS O PATOLOGÍAS CONCRETAS, NO HAY DIFERENCIAS ENTRE LAS DIETAS MENCIONADAS.

MEDITERRÁNEA Basada en alimentos de la vertiente mediterránea Basada en vegetales, productos mínimamente procesados y locales
AYUNO INTERMITENTE Periodos de alimentación y ayuno Se omiten picoteos y se come menos
CETOGÉNICA Baja en hidratos de carbono para utilizar grasa como energía Se excluyen prácticamente todos los carbohidratos.
PALEO Alimentarse con productos del paleolítico Basada en verduras y hortalizas, tubérculos, frutas, frutos secos, carnes, pescado, marisco y huevos.
VEGETARIANA Sin carne y pescado/marisco.Lácteos, huevos y miel tampoco en los veganos. Basada en vegetales**

Si vamos un poco más allá de la información aportada en esta tabla nos daremos cuenta de varios aspectos:

  1. Se basan en ALIMENTOS, y no en productos comestibles. Es decir, productos como donuts o la nocilla no tienen cabida.
  2. Sin azúcares añadidos, estrechamente relacionados con lo anterior.
  3. Sin grasas trans, las más relacionadas con las enfermedades cardiovasculares.
  4. Restricción calórica.

Resumiendo, se opta por alimentos de calidad que aportan mayor saciedad y un menor aporte calórico. Es decir, nos enfrentamos a la sobrealimentación que mencionaba al principio del post. Los resultados, por lo tanto, están garantizados.

Me gustaría hacer una breve y especial mención a la dieta vegetariana, la cual, puede ser llevada a cabo a base de productos de escaso valor nutricional. Un bocadillo de mermelada es vegetariano, las oreo también lo son, las hamburguesas vegetales (llenas de grasas trans) son vegetarianas, el “veggie salami” es otra porquería, las bebidas vegetales suelen estar llenas de azúcar,… Por lo tanto, una alimentación vegetariana puede ser tan beneficiosa o perjudicial como una alimentación omnívora.

NO OLVIDEMOS QUE LO QUE DEFINIRÁ UNA DIETA COMO BENEFICIOSA O PERJUDICIAL, SERÁ EL ALIMENTO QUE LA COMPONGA, Y NO EL APELLIDO QUE DEMOS A LA PALABRA “DIETA”.

¡QUE NO TE ENGAÑEN!

Solo una última puntualización:

COME VARIADO CON PRODUCTOS LOCALES Y DE TEMPORADA

Porque modas hay muchas, pero verdades, muy pocas.