Alimentación y entrenamiento: ¿Son los suplementos la base o la punta de la pirámide?

por Iñaki Etxeberria (@nutretxe)

Carga de glucógeno, cafeína, geles, creatina, bicarbonato, entrenamiento en ayunas… Son prácticas y productos relacionadas con la nutrición deportiva. Pero ¿son realmente tan importantes como pensamos para lograr resultados deportivos?


Tratando de responder a esta y otras cuestiones, vamos a comenzar con este post, una sección dedicada a la nutrición deportiva.

No debemos olvidar que, para lograr resultados deportivos, o al menos, dar el máximo en cada entrenamiento que realicemos, debemos tener un buen estado de salud. Esa es una condición sine qua non para desarrollar nuestro potencial físico como humanos.

En dicho caso, la cafeína (por poner un ejemplo) no será más que un grano de arena en el Sahara, y el estado del mencionado desierto no es dependiente de un solo grano de arena, sino de TODOS y cada uno de los sedimentos.

Mientras la cafeína es algo ingerido puntualmente para lograr un plus (porque no deja de ser simplemente un extra) en un momento concreto, otros factores son los que resultan realmente determinantes, así como EL DESCANSO, EL ENTRENAMIENTO, EL NIVEL DE ESTRÉS y LA ALIMENTACIÓN. Es decir, todo aquello que afecta de manera notoria en nuestro día a día.

Si quisiéramos construir una casa, ¿por dónde empezaríamos? Pues si la manzana de Newton cayó hacia abajo será porque antes de poner una teja, o incluso un ladrillo, debemos tener un buen terreno y base donde construir. Lo siento, pero por mucha cafeína que tomes, eso no servirá de nada si el resto (el terreno y los cimientos) no son los correctos. ¿O pondrías tejas de ladrillo a una casa de pladur? Yo no, lo tengo claro.

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LA BASE. EL ENTRENAMIENTO, EL DESCANSO Y LA ALIMENTACIÓN. 60%


Después de un entrenamiento (acción que genera un daño muscular), dichas fibras deben repararse. Además, el cuerpo tendrá que llevar a cabo una serie de modificaciones para estar mejor preparado la próxima vez que le exijamos esa intensidad. Esas adaptaciones que nos harán mejorar ocurren después de los entrenamientos, y estarán condicionadas por cómo descansemos y cómo nos alimentemos. Seguro que conocéis el típico caso de alguien que sigue “el entrenamiento perfecto” pero no mejora, pues ahí tenéis el motivo; Cuidando 2 horas diarias pero descuidando las 22h restantes.

Démosle el máximo a nuestro cuerpo para poder exigirle el máximo.

Además de mejorar, obtendremos una mejor salud, nos sentiremos menos cansados en el día a día, dormiremos mejor, nuestra mente estará más activa, nuestras relaciones interpersonales mejorarán, evitaremos lesiones, etc. Como veis, no todo se limita mejorar nuestras marcas personales. Podría decirse que cuidando las 24h diarias, obtendríamos un 2×1, salud y rendimiento.

LA ZONA MEDIA. EL EXTRA. 35%

Con una buena base, podemos seguir construyendo nuestro edificio.

Habrá que atender con especial cuidado el equilibrio entre todos los factores. Un deportista SIEMPRE tendrá que dormir más y comer más o menos de ciertos alimentos. Habrá días en los que será necesario un mayor aporte de cereales, grasa, proteína, calcio, sodio, hierro, …

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Por poner un ejemplo, un triatleta de larga distancia; un día de entrenamiento exigente dedicado a la carrera a pie, necesitará un mayor aporte de carbohidratos, agua, sodio y hierro (por poner unos ejemplos) que un día de natación dedicado a la técnica. “Pero ¿por qué más hierro?” podréis preguntaros. Pues en este pequeño texto os dejamos esta curiosidad:


Mientras corremos, esa misma fuerza que hizo caer la manzana en la cabeza del físico, hace que nuestra sangre acuda a las piernas en una mayor cantidad. El movimiento dificulta el retorno venoso, se acumula en mayor cantidad y el impacto con el suelo provoca la muerte de glóbulos rojos, esas criaturas rojas que circulan por nuestra sangre transportando hierro. La perdida de Hierro es mayor y por tanto, mayor es la demanda de hierro por medio de la dieta.

Añadir pasta y atún a la ensalada, por ejemplo, pueden ser una técnica para satisfacer ese plus que la práctica deportiva nos exige.

LA CÚSPIDE. LA SUPLEMENTACIÓN ERGOGÉNICA. 5%

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Las ayudas ergogénicas, son las técnicas, métodos o sustancias de apoyo al deportista realizadas con el fin de mejorar el rendimiento. Podríamos incluir en dicho grupo todo aquello en lo que un deportista se fija para mejorar el rendimiento, lo que nos intentan vender en el gimnasio, o lo que nuestro “coach” de turno nos dice que nos va a permitir bajar de 40min en la 10K.

La cafeína, los geles, la carga de glucógeno, el entrenamiento en ayunas, la creatina, la beta-alanina, los aminoácidos ramificados, los probióticos, los multivitamínicos, … Son de ayuda, sí, pero no debemos olvidar que pueden ser igualmente peligrosos si no se supervisa por un profesional de la salud (titulado y actualizado. No vale un coach nutricional, no vale otro profesional con master en alimentación… ojo!). Dichas ayudas, nos darán ese empujoncito final siempre y cuando sepamos cómo hacerlo, cuándo hacerlo y, sobre todo, las 24h diarias sean de 9/10.

En conclusión, si lo que queremos es rendir más y mejor, empecemos por lo verdaderamente importante, que os aseguro que durmiendo 1h más al día, alimentándonos mejor, entrenando mejor, y teniendo una mejor salud psicológica es como vamos a ver mejoradas nuestras marcas.

Eso SÍ es salud