Si te preguntas qué es la alimentación intuitiva es muy probable que tengas en mente ideas como: ¿se tratará de alguna dieta nueva? ¿una nueva moda que todo el mundo esté siguiendo?
Pues para nada… Se trata de un enfoque alternativo a las dietas restrictivas, debido a la poca efectividad demostrada de éstas a la hora de mantener, a largo plazo, la bajada de peso conseguida.
Además de no asegurar un mantenimiento del peso perdido, este tipo de dietas restrictivas pueden aumentar el malestar psicológico, generar fluctuaciones de peso, sentimientos de frustración, baja autoestima, problemas de trastornos alimentarios…

¿No sabes cómo dejar de hacer dietas para bajar de peso?
Pues olvídate de estas estrategias fallidas que se centran más en alcanzar un “ideal” de apariencia física o peso “ideal” que no existe, y céntrate en tu salud.
Y cuando digo salud, no me refiero sólo a la salud física (no tener enfermedades físicas) sino también a la salud mental, que, en muchas ocasiones es la que más se descuida mediante este tipo de dietas.
Al hacer dietas restrictivas de manera reiterada es normal que dejes de percibir las señales fisiológicas de hambre y saciedad y termines desconectando de las necesidades que tiene tu organismo porque te centras más en los estímulos externos, como las emociones y motivaciones.
Todo ello hace que aumente la posibilidad de desarrollar sobrepeso, obesidad o trastornos de la conducta alimentaria.

Te invito a reflexionar…
¿Siempre que comes, comes con hambre?, ¿sabes identificar cuándo tienes hambre fisiológica? o en cambio ¿comes a todas horas?, ¿no sientes hambre nunca?, ¿no te sacias nunca?, ¿comes por comer?…
Si te sientes identificad@ con estas últimas frases, te invito a darte la posibilidad de probar un nuevo enfoque, la alimentación intuitiva, cuya definición es: “proceso dinámico que integra la sintonía de la mente, el cuerpo y la comida” y su objetivo es ayudar a las personas a recuperar la capacidad innata de regular la ingesta de alimentos.
A su vez, siguiendo los principios de la alimentación intuitiva se potencia la actitud positiva hacia los alimentos y la imagen corporal. Básicamente, se trata de volver a conectar con tu cuerpo para darle lo que necesita y cuidarlo como se merece, como tú te mereces.

¿Cómo empezar una alimentación intuitiva?
Estas son algunos principios de la alimentación intuitiva, sea para bajar de peso o sea para cuidar tu salud.
Principio 1 de la alimentación intuitiva: Siente el hambre
Después de una vida entera intentando “engañar” al hambre bebiendo agua, tomando infusiones, yéndote a dormir… esto no es algo que se consiga de un día para otro.
Pero piensa que nacemos con la capacidad de comer cuando tenemos hambre y parar cuando nos saciamos, así que se trata de volver a conectar con esta capacidad.
Para ello, es muy útil analizar el hambre que se tiene antes y después de cada comida mediante una escala de hambre-saciedad, día tras día hasta que te des cuenta de que empiezas a fijarte en la necesidad de energía, en las señales de tu estómago… más que en las emociones a la hora de comer.
Principio 2: No catalogues alimentos
Se trata de no darles valores positivos ni negativos a los alimentos ni clasificarlos como “buenos” y “malos”, sino de aprender que hay alimentos que son necesarios para mantener una buena salud, tener energía, mejores digestiones, evitar enfermedades…
Pero también hay alimentos que cumplen una función placentera. Se trata de buscar un equilibrio entre los distintos tipos de alimentos sin prohibirse ni restringirse nada.
Piensa que comer demasiado saludable también puede traerte problemas de salud como nos explicaba Lucia en este post.

Principio 3: Olvídate de números
L@s que estáis acostumbrados a hacer dietas tenéis la necesidad de que os digamos los profesionales cuánta cantidad de cada alimento debéis comer.
Pero ¿acaso yo tengo idea del hambre que tendrás en cada momento del día para saber cuánto has de comer? Si soy yo la que te dice cuánto comer, ¿como vas a aprender a comer lo que necesitas para saciarte? Por eso, no cuentes calorías, cuenta nutrientes y sobre todo, escucha a tu cuerpo.
Principio 4: Analiza tu ansiedad
Cuando sientas un impulso de comer algo… lo primero para, respira y piensa. Muchas veces es nuestro estado emocional el que nos impulsa a comer ciertos alimentos. Por ejemplo, puede apetecernos comer patatas fritas cuando estamos nerviosos y necesitamos masticar para soltar la tensión y el estrés o puede que la frescura y suavidad de un helado cremoso nos ayude a calmar un vacío emocional o comamos chocolate para paliar nuestra tristeza…
Es necesario conocerse a un@ mism@ y saber cómo se encuentra emocionalmente para gestionar este tipo de comida emocional y tomar decisiones conscientes. La ayuda del psicólogo puede ser fundamental en ciertos casos.

Principio 5: Lleva una alimentación consciente
Seguramente habrá habido más de una ocasión en la que para cuando te has dado cuenta, te estabas comiendo un bocadillo de chorizo o una napolitana o un paquete de galletas o un tupper de sobras de la nevera… ¡Y sin ser consciente de cómo has llegado a ese momento!
Para evitar este tipo de situaciones y ser tú mism@ quien decida qué, cuándo y cuánto comer, es necesario prestar atención al momento en el que se come. Hay que entrenar a comer con atención plena, no en modo multitarea, de manera que poco a poco vayan desapareciendo este tipo de situaciones y seas tú quien controla lo que come, cuándo lo come y cómo lo come.
Principio 6: Aprende a escuchar a tu cuerpo
Estate pendiente de las señales que te manda. Habrá ocasiones en las que necesite ejercicio o movimiento, agua porque está sediento, comer porque está hambriento, parar porque está cansado, un masaje porque está dolorido… pero, si no prestas atención a lo que te pide, ¿cómo conseguirás darle lo que necesita?

Principio 7: No tengas prisa
Si llevas muchos años “maltratando” a tu cuerpo con dietas estrictas que te llevan a recuperar lo que has perdido, ejercicio excesivo o un completo sedentarismo, despreciándolo con comentarios negativos… no pienses que recuperar el respeto hacia él, quererlo y mimarlo sucederá de un día para otro.
Como todo en esta vida, cualquier aprendizaje es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, pero date la oportunidad de cambiar el enfoque y llevar a cabo este proceso mediante el respeto hacia ti mism@ y verás como las sensaciones serán distintas, pero mucho mejores.
Principio 8 de la alimentación intuitiva: No pospongas tu felicidad
Muchas veces pensamos cosas como: cuando baje 10 kg me pondré un vestido, cuando me vea bien iré a la playa, cuando no me avergüence de mi cuerpo empezaré a ir al gimnasio…
Pensándolo fríamente, ¡qué duro tener que posponer las cosas que te hacen feliz por el hecho de que no se cumpla con un canon de belleza marcado por la sociedad!
¡Disfruta de la vida, de tu gente, de lo que quieras hacer sin importar el cuerpo que tienes ni el qué dirán! No digo que tenga que encantarte cada parte de tu cuerpo, pero sí que aprendas a respetarlo y quererlo, porque es la herramienta que te permite vivir y disfrutar. Además, cuanto más feliz estés, más motivación tendrás para conseguir tus objetivos.

Como puedes ver… esto difiere mucho de lo que sería una dieta y puede que haya ciertos puntos que te resulten extraños porque siempre lo hayas hecho de otra manera.
Pero si, como dice Eli en este post, después de muchos intentos y dietas, siempre terminas en la casilla de salida… date la oportunidad de probar a hacer cosas diferentes para conseguir resultados diferentes.
Si ves que no sabes cómo hacerlo por tu cuenta, por supuesto, estaremos encantad@s de ayudarte en tu proceso, respetando tu propio ritmo y tus propias necesidades. Puedes leer cómo trabajamos en este otro post.
Espero que este post, sea el principio de algo muy muy positivo para ti o que al menos, te sirva para reflexionar.
Jone.